EL EQUILIBRIO NUTRICIONAL

Al hablar de nutrición es importante conocer ciertos términos que nos ayudaran a entender el comportamiento de los alimentos  dentro de nuestro cuerpo. Así como, entender que hay diversos factores tantos internos como externos capaces de modificar nuestro metabolismo. Dando como resultado síntomas y signos propios de las deficiencias o excesos nutricionales.

Siendo simples, se puede decir que el equilibrio nutricional es un balance entre la ingesta y el gasto de energía obtenida por los alimentos. La nutrición es un proceso mucho más complejo en el que influyen elementos que modifican la ingesta y el gasto. Siendo la genética y otros factores poco claros pero que afectan la esfera social como son la oferta de mercado. La economía, el patrón cultural, el comportamiento alimentario, el entorno familiar y escolar, también afectan. De otra forma no se entendería el por qué de la dificultad que tienen la gran mayoría de obesos para mantener un peso adecuado. A pesar de sus múltiples intentos.

Algo de actualidad

Es por todos conocidos que existen una serie de factores externos que permiten una creciente estadística en los casos de sobrepeso y obesidad. Los cambios en el estilo de vida, disminución de la actividad física aumento del sedentario. Cambios en los hábitos dietéticos globalización del mercado de alimentación, permisividad para comer y beber a cualquier hora, aumento del tamaño de las raciones.

Sin embargo, es cierto que las estrategias que han sido desarrolladas para combatir estos factores no han tenido el éxito esperado. Los hechos apuntan hacia la importancia de la prevención durante la infancia.

Hay que saber que ante un desequilibrio nutricional el organismo reacciona con un proceso de adaptación. Que deberá ser percibido precozmente en la infancia para establecerse una sobrenutrición o subnutrición.

Podemos decir, que la primera manifestación de un defecto o carencia de energía (subnutrición) son cambios que limitan el gasto energético. Como son la bradicardia, la hipotermia y la disminución de la actividad física y posteriormente el consumo de la masa grasa.

En cambio, un excesivo aporte energético (sobrenutrición) se compensa inicialmente con adaptaciones metabólicas, lo que hace que no se detecte precozmente. Por lo que la cronicidad de ese desequilibrio energético provocará aumento de las masa grasa y finalmente incremento del peso corporal.

La otra parte a definir es el gasto que el organismo realiza de esa energía y nutrientes. Que varía en función de la edad, sexo, ritmo de crecimiento, composición corporal, actividad física, estado de salud o enfermedad y otros factores menores.

En conclusión, se requiere un equilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Que ese equilibrio se verá afectado por factores como la edad y el sexo, así como la genética y los hábitos de alimentación.

Dr. Carlos López

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